Las razones de Sor Lucia de Fátima para no dejar de rezar el Rosario a diario



¿Por qué rezar el Rosario todos los días?, ¿qué beneficios trae para el fiel en su vida diaria? Sor Lucía Dos Santos, una de los tres videntes de Fátima, dio varias razones que responden a estas preguntas en un libro publicado en 2002.
Se trata del libro “Llamadas del Mensaje de Fátima”, escrito por la Sierva de Dios fallecida en 2005. En este recuerda que la Madre de Dios hizo esta invitación desde su primera aparición en Fátima (Portugal) el 13 de mayo de 1917.
“Reza el Rosario todos los días, para obtener la paz para el mundo y el final de la guerra”, alentó la Virgen en su mensaje inicial.
Aquí las razones de Sor Lucía que comparte el National Catholic Register.

1. Se adapta a las posibilidades de cada uno
Sor Lucía dice que Dios es un Padre que “se adapta a las necesidades y posibilidades de sus hijos”, porque “si Dios, por medio de Nuestra Señora, nos hubiera pedido que fuéramos a la Misa y recibiéramos la Sagrada Comunión todos los días, sin duda habría habido muchísimas personas que hubieran dicho con toda razón que eso no era posible”.
Sin embargo, sostiene la Sierva de Dios, “rezar el Rosario es algo que todos pueden hacer, ricos y pobres, sabios e ignorantes, grandes y pequeños”, en cualquier lugar, en común o en privado y en diferentes momentos.

2. Nos pone en contacto familiar con Dios
Sor Lucía indica que esta oración sirve “para ponernos en contacto con Dios, agradecerle por sus beneficios y pedir las gracias que necesitamos”.
“Es la oración que nos pone en contacto familiar con Dios, como el hijo que acude a su padre para agradecerle por los regalos que ha recibido, para hablar con él sobre preocupaciones especiales, para recibir su guía, su ayuda, su apoyo y su bendición”, añadió.


3. Es la oración más agradable que podemos recitar después de la Misa
Sor Lucía afirma que después de la Santa Misa, rezar el Rosario –teniendo en cuenta su origen, las oraciones que contiene y los misterios que se meditan–, “es la oración más agradable que podemos ofrecer a Dios y la más ventajosa para nuestras propias almas”.
“Si ese no fuera el caso, Nuestra Señora no lo habría pedido con tanta insistencia”, sostuvo.

4. Las cuentas del Rosario ayudan a cumplir nuestros ofrecimientos diarios
Sor Lucía responde cualquier inquietud sobre el número de oraciones en el Rosario, aclarando que “necesitamos contar, para tener una idea clara y vívida de lo que estamos haciendo, y para saber positivamente si hemos completado o no lo que habíamos planeado ofrecer a Dios cada día, para preservar y mejorar nuestra relación de intimidad con Dios y, por este medio, preservar y mejorar en nosotros mismos nuestra fe, esperanza y caridad”.




5. Ayuda a recibir mejor la Eucaristía
En su libro, la vidente de Fátima asegura que se puede considerar el rezo del Rosario como “una forma de prepararse para participar mejor en la Eucaristía, o como acción de gracias” después de haber recibido el Cuerpo de Cristo.
Ella agrega que, si bien se pueden usar muchas oraciones excelentes para prepararse para recibir a Jesús en la Eucaristía y preservar nuestra relación íntima con Dios, no cree que haya “una más apropiada para la gente en general que la oración de los cinco o quince misterios del Rosario”.

6. Preserva las virtudes teologales
“Dios y Nuestra Señora saben mejor que nadie lo que es más apropiado para nosotros y lo que más necesitamos. Además, el Rosario será un medio poderoso para ayudarnos a preservar nuestra fe, nuestra esperanza y nuestra caridad”, sostiene Sor Lucía.

7. Evita caer en el materialismo
La hermana Lucía va directamente al grano y asegura que “aquellos que dejan de decir el Rosario y no van a la Misa diaria, no tienen nada que los sustente, y terminan por perderse en el materialismo de la vida terrenal”.
Fuente (ACI Prensa)

https://infovaticana.com/2017/12/06/las-razones-sor-lucia-fatima-no-dejar-rezar-rosario-diario/

Comienza el Adviento


Comienza el tiempo de Adviento y con él el años liturgico, nos preparamos para la venida del Señor en Navidad, y preparamos el camino al Señor en nuestro corazón, el Adviento es el tiempo mariano por excelencia y ¿que mejor forma de celebrarlo que rezando el Santo Rosario?. La Virgen María nos pide que recemos el Rosario todos los dias, más aún en el tiempo de adviento, os invitamos a que lo receis diariamente, sea donde sea, en la iglesia, en casa, en la calle....

El profeta Isaias, san Juan Bautista y la Virgen María son los principales personajes del adviento.

La Virgen María le dijo a Santo Domingo: 
El mundo pecador no sería restaurado sino por los mismos caminos por donde fué redimido. El Ave María anunciando la Encarnación del Hijo de Dios fué asimismo el primer anuncio de la salvación de las almas. En pos de esa palabra bajó Dios al seno de María para pasar de allí a las almas que devotamente repitieran ese celestial saludo. Que el mundo repita, pues, una y cien veces esas palabras redentoras pensando a la vez en los pasos y misterios de amor del Salvador en su vida, pasión y muerte; que el mundo ore y medite, y la vida divina, que es la vida eterna, vendrá sobre él, sobre las herejes para desengañarlos, sobre los pecadores para convertirlos, sobre los justos para santificarlos, sobre el pueblo de Dios que crezca en la fe y en todas las virtudes. Predica esto, dice la Virgen al Santo, y verás pronto sus frutos.

100 años de las Apariciones de Fátima

El Rosario no es algo opcional
por el Padre Patrick Perez

En las apariciones verdaderas, Nuestra Señora, o quien es enviado desde el cielo, no derrocha palabras, ni las usa vagamente.

En Fátima, en la más relevante y apremiante aparición de nuestros tiempos, Nuestra Señora se presentó ella misma a tres niños pastores y dijo “Yo soy la Virgen del Rosario“.  No fue sin motivo que ella eligió esas palabras. ¿Por qué ahora eligió ese título? De los ciento diecisiete títulos que Nuestra Señora ha asumido a través de la historia de la Iglesia, ¿Por qué ella misma ahora se presenta, en nuestra época moderna, como la Virgen del Rosario?

En pocas palabras, cada uno de nosotros, nuestras familias, nuestras ciudades, nuestras naciones, nuestra Iglesia y de hecho todo el mundo necesita del Rosario ahora más que en cualquier otro momento de la historia. El Rosario no es sólo una devoción que podamos tomar o dejar. Sabemos esto a partir de las palabras de la misma Madre de Dios. Según las palabras de Sor Lucía (que puso por escrito): “las personas necesitan rezar el Rosario todos los días”.

Nuestra Señora lo repitió en todas las apariciones. En todas las apariciones de Nuestra Señora de Fátima en 1917 ella dijo muchas cosas. Pero, sobre todo, ella dijo: “todas las personas deben rezar el Rosario todos los días”.

Debemos rezar el Rosario todos los días

Si la Madre de Dios nos da una orden que viene del trono de Dios en el cielo, no somos libres de rechazarla. Se vuelve esencial en ese momento. Y Nuestra Señora ha indicado claramente que debemos rezar el Rosario todos los días. Esto es una orden. Esto no es algo periférico. Esto no es algo que podemos tomar o dejar.

No es tampoco una necesidad casual. No es cuestión de decir: bueno, ya vamos al Cielo, pero que si rezamos el Rosario obtendremos un poco más de gracia y eso nos ayudará con algo. No. No tenemos sólo una necesidad casual de Nuestra Señora del Rosario, por el contrario tenemos una necesidad urgente y desesperada. Ella se nos apareció simplemente para decirnos esto. Y darnos a su hijo, esperanza en estos últimos tiempos.

Hoy en día el Rosario es aún más poderoso

Los Pastores de  Fátima
Santos Francisco y Jacinta y Sor Lucia
Ya conocemos el poder del Rosario, por medio de la historia - Lepanto y Austria - y la multitud de milagros a través de la historia de la Iglesia. Y ahora, en nuestros tiempos, ¿qué ha sucedido? Una vez más Sor Lucía dijo: “La Santísima Virgen, en estos últimos tiempos...” (interesante que Sor Lucía se refiere a los tiempos en que vivimos como ‘estos últimos tiempos’). - “La Santísima Virgen María, en estos últimos tiempos en que vivimos, ha dado una nueva eficacia al rezo del Santo Rosario...”

 “hasta tal punto que no hay problema ni cuestión, por más difícil que sea, temporal, o sobre todo, espiritual, en la vida personal de cada uno de nosotros, de nuestras familias, de las familias del mundo, o de las comunidades religiosas, o inclusive de la vida de los pueblos y de las naciones, que no puedan ser resueltas por el Rosario. No hay problema, les digo, ni cuestión por difícil que sea, que no pueda resolverse por medio de la oración del Santo Rosario”.

Mis queridos amigos, los que son realistas saben demasiado bien que salvar nuestras almas no es fácil. Tenemos el principio falso de que casi todo el mundo va al cielo. No es necesario hacer nada en particular, excepto un vago acto de fe en cierto momento de la vida. Pero nosotros sí sabemos, somos concientes de que la salvación es difícil. El camino es estrecho.

Tenemos una gran necesidad

Incluso en 1917, los niños tuvieron una visión del infierno en la que las almas caían en él como copos de nieve en una tormenta de nieve. Y pensábamos entonces, 1917, que las cosas estaban bastante bien en aquellos tiempos. ¿A dónde hemos llegado desde 1917? Si entonces había una tormenta de nieve cayendo en el infierno, ¿qué sería ahora? Algo muchas veces peor, se lo prometo. ¿Cómo pueden decir algunos que desean salvar su alma y al mismo tiempo se rehúsan a rezar el Rosario fielmente? Esto no tiene ningún sentido. Les diría que se contradicen los que dicen que quieren ir al cielo y no rezan el Rosario, especialmente después de que Nuestra Señora nos ha dicho que tenemos que rezar el Rosario.

Hay esperanza para nosotros y esta esperanza es el Corazón Inmaculado de Nuestra Señora. Y la clave hacia su Corazón es su Santo Rosario. El mensaje del Rosario es un mensaje de esperanza. Nuestra Señora no muestra a los niños la visión del infierno para desalentarlos. Lo hizo para incentivarlos en el camino de la verdad y de la virtud. Para confirmarlos en la vía recta.


Mis queridos amigos, tenemos que comprometernos al rezo del Rosario. Sin importar como haya sido la jornada. Hay días en que no podemos rezar los quince misterios; simplemente hay días así. Pero nunca dejemos pasar un día en el que no encontremos unos pocos minutos para obtener las gracias de Nuestra Señora y de Nuestro Señor rezando al menos cinco misterios. Si este discurso sólo produce un fruto, debería ser una renovada devoción en el poder del Rosario y en su indispensabilidad como un medio de la gracia en nuestros tiempos modernos.